Es un invento sencillo. Una jarra con varios sensores que miden el PH para saber cuánto tiempo le queda hasta agriarse, la temperatura para ver si corre riesgo de que la invadan los microorganismos y hasta un peso en la base para saber cuánta leche queda, y avisarte de que compres más.
Toda esta información se recaba y se envía a tu teléfono móvil a través de la base situada en la nevera. Así, puedes recibir notificaciones si la has dejado demasiado tiempo fuera, si se está estropeando o simplemente saber si tu novia se la ha bebido mientras estabas fuera y ya no queda.
No es que sea la innovación del siglo, de hecho, es una idea que siempre se pone como ejemplo cuando desde que hace años nos hablan de frigoríficos inteligentes y conectados, pero se agradece un avance en este sentido. Si no fuera un prototipo, ya me habría hecho con una.
Fuente: Xatakahome.
No hay comentarios:
Publicar un comentario