El diseño de estos terminales impide que se le instalen materiales realmente resistentes. Esta claro que si hipotecamos la estética y el grosor no habría problema, pero no es el caso. Supongo que en este vídeo queda claro como el Samsung Galaxy S3, a pesar de ser claramente más resistente (el plástico ayuda), sufre prácticamente igual que el iPhone ante caídas serias.
Los smartphones actuales son dispositivos que tenemos en la mano todo el día y poco a poco su uso se está expandiendo. Necesitamos tener un dispositivo resistente ya que a más uso, más posibilidades de que se nos resbale, que se nos caiga con lo que podría ser un final fatídico y prácticamente 600 euros a la basura.
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